Nos alegra que hayas llegado hasta esta parte del estudio, si es así es porque estás verdaderamente interesado en hacer un buen devocional para honrar de esta manera a Dios y que tu vida pueda seguir siendo moldeada a la semejanza de Cristo. Te animo a compartir esta serie para que otras personas también reciban edificación.
En esta oportunidad, vamos a elaborar una breve lista de consejos sobre
los errores que debes evitar cuando te propongas hacer un buen devocional.
Presta atención y evita hacer estas cosas:
Error 1: Hacer tu
devocional sin energías físicas
Es cierto que como hijos de Dios dependemos de las fuerzas de nuestro
Padre celestial, pero también es cierto que nuestro Señor nos deja a nosotros
muchas responsabilidades que podemos hacer por nuestra propia cuenta. Entonces,
aunque el devocional te fortalece espiritualmente, no debes elegir un horario
del día en que estén muy agotado por el trabajo o el trajín. Tu cuerpo necesita
estar descansado para que puedas retener bien la lectura y meditar, el ejercicio
mental también es agotador. Entonces, descansa bien en tus horas de sueño, no
te desveles innecesariamente; nutre bien a tu cuerpo con buen alimento, no
abuses de la comida chatarra. Bebe mucha agua y haz un poco de ejercicio físico
en el día. En la siguiente nota te daremos más consejos prácticos para poder
tener un buen devocional, lo que por ahora debes entender es que no todo
depende únicamente de tu ánimo espiritual, también tienes un cuerpo físico y
debes prepararlo bien para que en el tiempo devocional puedas concentrarte y
retener muy bien las enseñanzas.
Error 2: Meditar sólo
para preparar mensajes o sermones
Una de las cosas más importantes que debes entender es que el devocional debe tener un carácter personal. En otras palabras, antes de buscar qué enseñar a otros, debes anhelar aprender para ti mismo. El devocional es un tiempo de deleite personal en la presencia de Dios, tal y como María que aprendía a los pies de Jesús (Lc.10:42).
Son muchos los que tienen un tiempo a diario con la Biblia pero con el fin de dar enseñanza para otros, esto sucede básicamente con aquellos que tienen algún cargo de enseñanza en la iglesia o dan discipulado a otras personas. No tiene nada de malo querer enseñar a otros, pero lo que está mal es hacer un devocional sólo por este motivo. Debido a ello, muchos cuando ya no tienen a quienes enseñar, o cuando pierden el cargo, abandonan el devocional. También, hay quienes enseñan a otros pero no aplican las enseñanzas a sus propias vidas.
Entonces, tu principal motivación para hacer un buen devocional deber
ser pasar tiempo con Dios y moldear tu propio carácter a la imagen de Cristo,
todo con el fin de llevar gloria al nombre de Dios.
Error 3: Tirar
muy pronto la toalla
Comenzar a elaborar devocionales por uno mismo no es tan fácil como se cree, para algunos lógicamente será más difícil que para otros. Lo cierto es que se necesita de todo un proceso de aprendizaje y perfeccionamiento.
Al inicio puede que sea hasta fatigoso. Habrá muchos versos o pasajes que no se puedan comprender fácilmente. Pero cuando esto suceda, lo que tienes que recordar es que esa sensación sumada a tu perseverancia es parte de tu propio crecimiento. Si abandonas, no sólo te estancarás sino que retrocederás, y así no podrás alcanzar la madurez plena.
A veces Dios no te hará comprender ciertos pasajes porque en realidad no
los necesitas todavía, él te dará lo que es necesario para tu propia vida en
ese momento. Luego comprenderás lo demás, cuando estés preparado para ello (Jn.16:12). Así que debes tener paciencia y
mucha perseverancia.
Error 4: Realizar
estudios profundos e interminables
Son muchas las veces que he visto como las personas que han comenzado a elaborar sus propios devocionales tienen tanta satisfacción y gozo, que terminan exagerando el tiempo o el análisis a los pasajes bíblicos. No tiene nada de malo estudiar la Biblia profundamente. Pero a veces es cierta la frase que dice: “el que mucho abarca poco aprieta”. Te sumergirás en tantos detalles que al final será muy difícil aplicarlos inmediatamente a tu vida y recordar todo lo observado.
Por ejemplo, en cierta oportunidad, un joven discípulo me dijo que
cuando empezaba a leer un pasaje, hallaba cierta palabra o verso que le llamaba
la atención y entonces buscaba una referencia del mismo en otro texto bíblico,
y cuando llegaba a esa referencia surgía otro detalle que le hacía ir para otro
libro y así se la pasaba algunas horas observando muchos detalles (en varios
libros de la Biblia), pero aprendiendo casi nada. Siempre olvidaba el corazón
de la meditación del pasaje que le tocaba para el día. Este es un error que se
debe evitar. Lo que recomiendo es usar una Biblia ligera, es decir que no sea
de estudio, que esté libre de referencias y de comentarios, una Biblia sencilla
donde sólo puedas leer el texto bíblico.
Un ejemplo para aclarar bien las cosas:
Claro está, que lo que se busca es meditar profundamente, pero dentro del pasaje que toca en el día ¿Aún no lo has comprendido bien? Siempre un ejemplo aclara mejor las cosas. Así que, aquí va uno:
Para este ejemplo usaremos un pasaje corto. Supongamos que hoy nos tocó meditar en 1 Juan 1:8-10
“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.”
De este texto se pueden extraer muchos detalles y verdades. Podemos analizar algunos temas como:
·
Aspectos sobre
la confesión.
·
La
realidad del pecado en la vida del creyente.
·
Las
consecuencias de engañarse a uno mismo.
·
La gracia
y el perdón de Dios para el pecador.
·
El
carácter y los atributos de Dios.
·
El
elemento indispensable de la sangre en la remisión.
·
Requisitos
para buscar el perdón de Dios.
·
Características
de los que niegan a Dios.
· La función de la Palabra para la limpieza del creyente.
Todo esto está bien para cuando hacemos un estudio profundo, pero no
para un tiempo devocional. En el tiempo devocional tendríamos que ir al mensaje
inmediato. Al propósito principal para el cual se escribió este texto.
Entonces, veamos el mensaje inmediato del texto: Se trata sobre una de las diferencias más
básicas entre los falsos maestros y los verdaderos siervos de Dios. Los siervos
de Dios se presentan humildemente ante Dios y ante los hombres, reconociendo
que sólo Dios es Justo y ellos pecadores limpiados y perdonados sólo por
gracia. En cambio, los falsos maestros se presentan como justos antes los
hombres, como si de ellos emanara la perfección misma y así degradan la persona
de Dios.
Podríamos resumirlo como tema: “Las respuestas particulares hacia el pecado propio como evidencia de veracidad o engaño en el servicio a Dios”.
Con esta meditación, ya tenemos lo necesario para elaborar nuestras
aplicaciones personales.
Conclusión: Si hubiésemos ido por la Biblia buscando
referencias y detalles sobre los demás temas observados en 1 Juan 1:8-10, no hubiéramos terminado de
meditar ni en toda una mañana. Lo cierto es que “tiempo” es lo que menos nos
sobra, por esto es menester aprender a concentrarnos en el mensaje inmediato.
Les enseñaremos más sobre este punto en nuestras próximas notas.
Error 5: Descuidar
las aplicaciones
Como hemos señalado anteriormente, la parte más importante dentro de un tiempo devocional son las aplicaciones, ellas son el fin al que queremos llegar, es como el puerto del viajero o la meta del atleta. Sin embargo, todavía muchos creyentes se conforman con una lectura veloz, sin meditar lo suficiente en el pasaje. Otros, aunque hacen un estudio del pasaje que han leído, tampoco escriben las aplicaciones necesarias para su caminar diario.
Las aplicaciones deben ser anotadas en una agenda personal. Y deben
contener decisiones personales sobre cómo aplicar lo que se ha aprendido
inmediatamente a la vida. Las aplicaciones son muy distintas a las conclusiones
de la meditación aunque están muy relacionadas, y deben estar escritas en
primera persona: Yo prometo..., voy a cambiar…, debo empezar…, de ahora
en adelante voy a…, Etc. Más adelante tendremos una nota completa sobre
todos los detalles para ayudarte a elaborar muy buenas aplicaciones. Recuerda
entonces: No debes descuidar las aplicaciones.
Error 6: Meditar
en porciones o versículos aleatorios de la Biblia
Si realmente quieres ser un creyente nutrido en la palabra de Dios no bases tus devocionales en versículos aleatorios de la Biblia, no cometas este error. Esto te hará perezoso y descuidado espiritualmente hablando. Además, que te abre la puerta a los errores de interpretación, por lo tanto tus aplicaciones también serán equivocadas.
Usted debe meditar en una porción ordenada de la Biblia que se base en un libro y continuar meditando en este libro hasta terminarlo. Luego puede seguir con otro libro. Hay muchas maneras de hacer esto:
·
En el orden
tradicional de nuestras Biblias: Génesis, Éxodo… hasta Apocalipsis.
·
En el orden
tradicional alternando entre AT y NT: Génesis, Mateo, Éxodo, Marcos,
Levítico, Lucas, Números, etc.
·
En el orden
cronológico de los libros: Job, Génesis a Deuteronomio, Salmos, Josué,
Jueces, Rut, Cantares, Proverbios, Eclesiastés, 1 y 2 Samuel, Abdías, etc.
(Para esto basta con tener una Biblia cronológica o buscar el orden cronológico
de los libros en internet)
·
Por grupos
literarios: La ley (Génesis a Deuteronomio); Poéticos (Job a Cantares);
Proféticos (Isaías a Malaquías, y Apocalipsis); Epístolas generales (Hebreos
a Judas); Cartas pastorales (1Timoteo a Tito); Historia Judía (Josué
a 2 Crónicas); Historia del Cristianismo (Mateo a Hechos);
Doctrinales para la iglesia (Romanos-2Tesalonicenses); Etc.
·
Con la ayuda
de un manual bíblico, podemos escoger los libros que se ajusten más a nuestra
necesidad: Recién convertidos (Juan, 1 Juan, Efesios, Romanos); Consejos
prácticos para la vida (Proverbios, Eclesiastés, Santiago); Depresión o
sufrimientos (Salmos, Job, Lamentaciones, 1 Pedro); Falsas doctrinas (Colosenses,
Gálatas, 2 Pedro, Hebreos, Judas); Pureza (Levítico, 1 y 2 Corintios);
Liderazgo (Nehemías, Esdras, 1 y 2 Timoteo, Tito, 1 Tesalonicenses,
Filipenses); Relaciones interpersonales - Hogar (Génesis, Rut, Jueces,
Cantares, Oseas); Etc.
Error 7: Leer
los libros de ayuda devocional sin leer la Biblia
Como resaltamos en notas anteriores, hay muchos creyentes que están habituados a usar algunos materiales de ayuda devocional. Algunos de los más conocidos son: Alimento para el alma, La buena semilla, Nuestro pan diario, la chequera del banco de la fe, etc. El detalle con esto, es que la mayoría de estos devocionales son temáticos o están basados en versos aleatorios de la Biblia. No estamos diciendo que definitivamente está mal usarlos, pero si lo malo sería depender absolutamente de estos. Y todavía más si el creyente se acostumbró a leer las meditaciones que vienen en estos libros sin siquiera leer y meditar sus propias Biblias. Aun más, cuando las aplicaciones no son claras o específicas y por ende no son aplicadas inmediata y constantemente a la vida personal. Si quieres saber un poco más sobre las limitaciones que trae usar otros materiales de ayuda devocional y nuestro consejo para ello, te recomiendo la nota Por qué elaborar tus propios devocionales.
Así que, lo más correcto es que uses estos materiales después de haber
meditado en una porción ordenada de la Biblia por ti mismo. Luego puedes
leerlos a manera de ilustraciones. Ahora, si los libros que usas, se basan en
versos aleatorios será muy difícil que se ajusten a tu meditación ordenada de
la Biblia. Por esto, si vas a adquirir materiales de ayuda devocional sigue los
que ya te hemos recomendado en nuestra nota
anterior, poniendo como prioridad a los que te ayuden a
meditar en la Biblia libro por libro.
Aprende todo lo necesario para que puedas elaborar tus devocionales por ti mismo, así dependerás menos del tipo de materiales innecesarios.
Puedes enriquecer esta nota comentando algún error más que se suele
cometer a la hora del devocional.
Continúe aprendiendo sobre el “Devocional” en nuestra serie 👇






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