01 de ENERO

           
                     EL LLAMAMIENTO DE DIOS PARA EL AÑO NUEVO

LECTURA BÍBLICA: Exodo 3:1-10

“Ven, por tanto, ahora, y te enviaré al faraón…”. Exodo 3:10

Chuck, un talentoso estudiante universitario de tercer año, me preguntó si podía usar mi nombre como referencia en su solicitud de admisión a un seminario. Yo estuve de acuerdo enseguida. Él creía que Dios quería que fuera pastor, y eso me alegraba y me ilusionaba.

Cambió su trabajo de medio tiempo ese verano y en su nueva compañía lo querían mucho. Al poco tiempo le ofrecieron mas responsabilidades y más dinero, por lo que decidió tomarse más tiempo para terminar su último año. Además, se había enamorado y necesitaba el dinero.

Se casó el verano siguiente y al poco tiempo aceptó una gran promoción. Le tomó unos cuantos años más terminar la universidad, y para cuando se graduó, ya había nacido un bebé. De esto hace unos 18 años. Chuck tiene una alta posición en la compañía, tres hijos maravillosos y una casa encantadora. De vez en cuando, todavía habla de asistir al seminario.

¿Qué sucedió aquí? Ignoró el llamamiento de Dios. Piensa en Moisés. Un día se encontró de pie ante una zarza ardiente y escuchó a Dios decir: “Te enviaré al faraón” (Ex 3:10). Después que Dios le aclaró todas sus dudas y contestó a sus objeciones, Moisés obedeció el llamamiento de Dios. Pero poco a poco le dio la espalda al permitir que otras cosas tomaran su lugar.

¿Has tenido una experiencia con una zarza ardiente? ¿Has percibido el llamamiento de Dios para que le sirvas de una manera específica? El principio de este nuevo año es una buena época para confirmarlo. El escritor Stephen Bly sugiere que des los siguientes pasos:

  1. Asegúrate de que Dios lo haya iniciado. No lo fuerces.
  2. Consulta la Biblia para cerciorarte de que sea moralmente correcto.
  3. Sigue orando por eso, durante meses o años si es necesario.
  4. Ponte a trabajar!

Cuando Dios te revele su voluntad específica para ti, hazla. No permitas que nada te impida obedecer el llamamiento de Dios en este nuevo año.

REFLEXIONA:

  • ¿He percibido que Dios me esté dirigiendo a una tarea o área de servicio específica? ¿He dicho que sí?
  • ¿He hablado con Dios de mis temores, como lo hizo Moisés? ¿De mis objeciones? ¿De lo inadecuado que me siento?
  • ¿Cómo puedo verificar lo que Dios quiere que haga y hacerlo?

PENSAMIENTO DEL DÍA:

“Cuando oigas el llamamiento de Dios, ¡di que sí!”

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