DOCTRINA DEL ESPÍRITU SANTO
Lección 09: La deidad del Espíritu por complemento bíblico.
Bienvenido a otra lección más sobre esta importante doctrina bíblica. Ya hemos
analizado la deidad del Espíritu por sus títulos, sus atributos y por sus
obras. En esta oportunidad, vamos a usar "el principio de
comparación" para determinar su deidad. Se trata sencillamente de "comparar
la Escritura con la Escritura" es un principio hermenéutico fundamental.
La Biblia dice que el Espíritu nos enseña "acomodando lo espiritual a lo
espiritual", de esta manera vamos develando las enseñanzas que Dios nos ha
dejado de sí mismo en su Palabra. Esperamos que esta lección le edifique
grandemente y despeje cualquier duda que pueda tener.
EL
ESPÍRITU SANTO ES JEHOVÁ
Vamos a ver que el Espíritu Santo es el mismo Jehová del Antiguo Testamento.
Así que, leamos los textos con mucho cuidado.
(1)
PRIMERA COMPARACIÓN:
Primero vamos a leer Jeremías 31:33,34
"Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de
aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su
corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará
más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová;
porque todos ME conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande,
dice JEHOVÁ; porque PERDONARÉ la maldad de ellos, y no ME acordaré más de su
pecado."
Según lo leído, responda: ¿Quién es el que habla allí?
No hace falta explicar mucho sobre quién está hablando, es Jehová y habla en
primera persona ("me conocerán", "perdonaré", "no me
acordaré").
Ahora veamos su complemento en la declaración del escritor de Hebreos:
"Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los
santificados. Y nos atestigua lo mismo el ESPÍRITU SANTO; porque después de
haber dicho: Este es el pacto que HARÉ con ellos después de aquellos días, dice
el SEÑOR: Pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré, añade:
Y nunca más ME ACORDARÉ de sus pecados y transgresiones" (Hebreos
10:14-17)
Así que, el escritor de Hebreos ha enlazado la profecía del AT, a Jeremías, con
el NT cumplido en Cristo, y afirma que cuando Jehová hablaba, era el Espíritu
Santo.
(2)
SEGUNDA COMPARACIÓN.
Vamos a nuestra siguiente cita: Isaías 6:9-10
“Después oí la voz DEL SEÑOR, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por
nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. Y DIJO: Anda, y di a
este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis.
Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para
que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se
convierta, y haya para él sanidad”
Por el contexto, sabemos que Isaías estaba oyendo hablar a Jehová, el Señor.
Ahora, veamos su complemento en la declaración de Pablo, un hombre a quién se
le dio las más grandes revelaciones del Nuevo Testamento:
“Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta
palabra: Bien habló EL ESPÍRITU SANTO por medio del profeta Isaías a nuestros
padres, DICIENDO: Ve a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; Y
viendo veréis, y no percibiréis; Porque el corazón de este pueblo se ha
engrosado, Y con los oídos oyeron pesadamente, Y sus ojos han cerrado, Para que
no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de corazón, Y se
conviertan, Y yo los sane.” (Hechos 28:25)
Cómo vemos los autores del Nuevo Testamento reconocían y tenían muy en claro
que el Espíritu Santo formaba parte integral en la esencia divina junto al
Padre y el Hijo, Jehová es un Dios Trino, no sólo es el Padre como algunos han
pretendido enseñar
(3)
TERCERA COMPARACIÓN
Sigamos con Jeremías 11:20
“Pero, oh JEHOVÁ de los ejércitos, que juzgas con justicia, que ESCUDRIÑAS
la mente y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque ante ti he expuesto
mi causa.”
Según este verso ¿Quién es el que escudriña la mente y el corazón? es
Jehová, por supuesto, ya que es Dios y esa obra denota su atributo de
omnisciencia.
Pero comparemos ese verso con Apocalipsis 2:23
“Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que YO SOY el
que ESCUDRIÑA la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras
obras.”
¿Quién es el que le habla a las iglesias atribuyéndose omnisciencia?
Todos de inmediato podríamos decir que es Dios. Y es verdad. Pero el texto es
específico: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias.” (Ap.2:29)
CONCLUSIÓN:
Hay muchas evidencias más sobre la divinidad del Espíritu Santo en la Biblia.
Pero por ahora, ¿Qué más pruebas queremos señores? esto es contundente. Cómo
dice Charles Ryrie en su libro:
“Una de las pruebas más fuertes de la deidad del Espíritu Santo es la
identificación bíblica del Espíritu con el Jehová del Antiguo Testamento.” (“El
Espíritu Santo” Pag.23)
No nos queda más que reconocer la majestad y el Señorío del Espíritu Santo,
debemos adorarlo y proclamarlo como parte de la eterna esencia divina, el Dios
Todopoderoso.
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