DOCTRINA: EL ESPÍRITU SANTO
Lección 08: Las obras
divinas del Espíritu Santo.
Bienvenidos a una
lección más sobre el Espíritu Santo. Recuerde que estamos en la sección “La
Divinidad del Espíritu Santo”, demostrando que el Espíritu es Dios. Hasta ahora
hemos considerado sus “títulos divinos” (Cómo: Dios, Señor, Santo, Verdad,
Vida, Poder, etc), y sus “atributos divinos” (Cómo: Omnisciencia, Omnipotencia,
Omnipresencia, Eternidad, Salvador, Soberano, etc.). En esta oportunidad, vamos
a hablar de las “obras del Espíritu Santo” que demuestran su deidad. Es decir,
que él es Dios:
LAS
OBRAS DIVINAS DEL ESPÍRITU SANTO:
(1) La Obra de la
Creación.
Ya hemos tocado este punto antes. Como recordarás, sólo Dios puede crear. Y la
Biblia afirma que el Espíritu participó en la creación de todas las cosas, en
conjunto con las otras personas de la Trinidad. (Gn.1:1-2: Sal.104:30; Job 33:4; Sal.33:6)
(2)
La Obra de la Regeneración.
La regeneración es el “nuevo nacimiento” que experimenta un creyente, nace en
la familia espiritual de Dios, por acción del Espíritu Santo. Esto conlleva una
nueva naturaleza, es una nueva creación y una conexión especial con Dios. Esto
es un asunto netamente soteriológico, es decir: corresponde a la salvación o
redención del hombre. Y la salvación es un asunto puramente de Dios (Ap.7:10; Lc.3:6; Sal.3:8; Ti.2:11).
De manera que la regeneración es un acto divino. Por lo tanto, el Espíritu es
Dios (Juan 3:4,5-8; Tito 3:5; 2Ts.2:13; 1Co.6:11).
(3)
La Obra de Engendrar a Cristo.
Observemos cómo, en un sólo verso, se relaciona la venida del Espíritu Santo
con el poder del Altísimo. No hay diferencia alguna entre ambas cosas, bajo el
mismo poder y acción se produjo la concepción y el nacimiento virginal de
Cristo, un milagro único en toda la historia. De manera que aquí tenemos no
sólo una declaración de la divinidad del Espíritu sino también una evidencia
más de la Trinidad:
“el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá,
será llamado Hijo de Dios.” (Lucas 1:35)
(4)
La Obra de la Resurrección.
El poder de la vida sobre la muerte es una acción netamente divina. Y hay
evidencia bíblica que relaciona al Espíritu Santo con esta acción, no sólo para
con la resurrección de Cristo sino para con la de todos los salvos:
“Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en
vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también
vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros." (Romanos 3:11)
(5)
La Obra de la Inspiración.
La inspiración es un acto por medio del cual los hombres pudieron registrar y
componer el canon bíblico (los 66 libros de la Biblia) sin error alguno, a
pesar de que fueron muchos escritores, con muchos años de distancia (en total
1,500 años), con diferentes trasfondos y niveles socioculturales; y bajo
condiciones, aspiraciones y presiones distintas. A pesar de todo esto, la
Biblia mantiene unidad perfecta de principio a fin.
Esta magnífica obra, jamás superada por ningún otro libro en el tiempo, es un
acto divino, y la Biblia misma lo declara así cuando dice textualmente: “Toda
la Escritura es inspirada por Dios” (2Ti.3:16).
Pero, usemos el principio de la comparación y observemos como lo dice Pedro:
“porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los
santos hombres de Dios hablaron siendo INSPIRADOS por el Espíritu Santo.” (2 Pedro 1:21).
Así que, si la acción divina de la inspiración corresponde al Espíritu es que
es Dios. Dentro de esto, tenemos algo realmente maravilloso: que el Espíritu
inspiró y diseñó toda la Escritura de manera que todo lo que esté escrito en
ella apunte a Cristo: “escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el
Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los
sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.” (1 Pedro 1:11)
(6)
La obra de Transformación.
La Biblia declara que los creyentes, a parte de ser salvados y regenerados, van
siendo santificados en un proceso que llamamos “santificación” y también
“transformación” (Metamorfosis). La transformación de nuestro ser completo
corresponde a una acción divina, para el hombre esto sería imposible de hacer
por su propia cuenta o poder. Así que, si el Espíritu santifica y transforma
entonces es Dios. (2Co.3:18; Gá.5:16-24; Ro.8:13; 1Co.6:11)
(7)
La obra de profetizar.
La profecía, vista como la capacidad de dar a conocer el futuro que
inevitablemente pasará, es una acción divina (Presciencia). Algunos quizá
puedan rebatir, como una vez lo hicieron conmigo, diciendo que muchos hombres
“profetizaron”, pero no confundamos las cosas; estos hombres profetizaron por
acción e inspiración del Espíritu Santo (2Pe.1:21);
así que, allí hay una enorme diferencia.
Por lo tanto, aún cuando se haya usado agentes humanos, la acción siempre
corresponde al Espíritu Santo: “quien viniendo a vernos, tomó el cinto de
Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así
estarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le
entregarán en manos de los gentiles.” (Hechos 21:11)
Ver también: Lc.2:26; Hechos 20:23
(8)
Acciones Divinas en masa.
Tenemos una serie de acciones del Espíritu que necesariamente reclaman
distintivos divinos, como omnisciencia, omnipotencia, omnipresencia, soberanía
y santidad:
·
Redarguye y convence al mundo de pecado (Jn.16:8)
·
Consuela a los creyentes (Jn.14:16)
·
Intercede por cada creyente (Ro.8:26)
·
Mora en el cuerpo de cada creyente (1Co.3:16; 6:19; Ro.8:9)
·
Bautismo (inclusión) de todos los
creyentes al cuerpo de Cristo (1Co.12:13)
·
Sello y arras (garantía) de salvación y
herencia en cada creyente (Ef.1:13-14)
·
Enseña a cada creyente (Jn.14:26; 1Jn.2:27; 1Co.2:13)
·
Habla a la conciencia de cada uno (Ro.9:1)
¿Qué te ha parecido el estudio de hoy?
¿De qué maneras podríamos aplicarlo a
la vida?
Dios le bendiga. Se vienen más Recursos Bíblicos en Series. Compártelo y suscríbete.
Aprende
más de esta preciosa serie aquí:
El Qoheleth | Canal en Youtube
0 comments:
Publicar un comentario